La psicóloga carolina nieto explica que el rasgo distintivo de las personas pasivo-agresivas es "encubrir la agresividad hacia otros. Ellos no son directamente hirientes, sino que se expresan a través del cinismo, el pesimismo o el sabotaje". Un pasivo-agresivo se percibe así mismo como a una persona pacifica, y por eso no estalla cuando tiene un problema en frente, pero elabora otra manera de comunicarse, igual de venenosa que una agresión directa.
Es así como un pasivo-agresivo puede estar de muy buen humor un día ser amable con sus compañeros de trabajo, y al otro día estar molesto con todos ellos sin razón aparente. Cuando una tarea en su trabajo le es asignada, la persona que tiene este comportamiento puede decir que la hace, sin chistar, pero dilata el momento de hacerla, y a la hora de entregarla, no la tiene. En cambio, presenta un arsenal de excusas para justificar su falta.