La comunicación agresiva define de una forma de comunicarse que suele implicar la manipulación y el uso del lenguaje para obtener beneficios personales. De echo, resulta una forma de expresión de la violencia, la cual se manifiesta a través tanto del lenguaje verbal como del lenguaje para-verbal de la persona.
Adoptar este tipo de comunicación suele producir un intercambio de información unidirreccional. Es decir, el sujeto que se comunica de forma agresiva simplemente presta atención hacia sus propias expresiones, cuando diferentes participantes del proceso comunicativo utilizan la comunicación agresiva, el intercambio de información tiende a basarse en reproches e ideas preestablecidas de forma individual.
Así pues, la comunicación agresiva no suele lograr los objetivos que plantean los procesos comunicativos, ya que no existe intercambio bidireccional en su actividad. Por lo contrario, este este tipo de comunicación suele emplearse para trasmitir autoridad, exigencia o superioridad sobre el otro.